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LAS ENSEÑANZAS ROSACRUCES

Las enseñanzas rosacruces no son obra de una única persona, sino de un gran número de Iniciados que se han sucedido a través de los siglos. De hecho, son el resultado del trabajo que han desarrollado los místicos para penetrar en los misterios del universo, de la naturaleza y del propio hombre, y todo ello, desde la más remota Antigüedad. Como hemos indicado anteriormente, tienen su origen en la herencia sagrada que ha recibido la A.M.O.R.C. de las escuelas de misterios del antiguo Egipto, especialmente, de la XVIII dinastía. En nuestros días, la existencia de estas escuelas ha sido admitida por la mayor parte de historiadores y egiptólogos.

A los conocimientos perpetuados por los sabios del antiguo Egipto, se añadieron los conceptos filosóficos expresados por los grandes pensadores de la antigua Grecia y, algunos siglos más tarde, por los neoplatónicos. Posteriormente, la gnosis secreta fue enriquecida por los preceptos de los alquimistas rosacruces de la Edad Media. Otros eminentes personajes de épocas menos lejanas, partiendo de las bases tradicionales legadas por sus predecesores, desarrollaron y precisaron ciertos aspectos de la antigua herencia. Por citar algunos nombres, fueron miembros de la Orden, o estuvieron en estrecho contacto con ella, personalidades tales como Leonardo da Vinci, Cornelius Agrippa, Paracelso, François Rebelais, Sir Francis Bacon, Jacob Boheme, René Descartes, Blaise Pascal, Baruch Spinoza, Sir Isaac Newton, Gottfried Wilhelm Leibniz, Benjamin Franklin, Cagliostro, Michael Faraday, Claude Debussy y Eric Satie.

A partir del año 1909, comienzo del actual ciclo de la A.M.O.R.C., otros rosacruces que son una autoridad en materias diversas del saber, han seguido aportando su contribución a las enseñanzas. Entre estos rosacruces, están los que asumieron o asumen todavía funciones en el seno de la Orden. Pero también otros miembros que como físicos, químicos, biólogos, médicos o filósofos, trabajan constantemente en el enriquecimiento cultural del Conocimiento Rosacruz. Si decimos "cultural" es porque la Tradición iniciática y ritualística de la A.M.O.R.C., es hoy lo que siempre ha sido y lo que siempre será.

En nuestros días las enseñanzas rosacruces están divididas en cuatro secciones y se presentan bajo la forma de monografías que son enviadas cada trimestre a los miembros de la A.M.O.R.C. Los paquetes trimestrales constan de monografías suficientes para que, en la medida de lo posible, sean estudiadas a razón de una por semana. Sería demasiado largo dentro de los límites de esta presentación dar una lista detallada de todos lo temas que se estudian en la Orden, pero vamos a dar una visión general enumerando las materias que se tratan en los nueve grados de la sección de los Iniciados.

El Contenido de las Enseñanzas Rosacruces

El primer grado contiene una exposición de las leyes fundamentales que rigen el macrocosmos y el microcosmos. Constituye una síntesis de lo que enseñaron los místicos del pasado, y en particular los filósofos de la Grecia antigua, en relación con las vibraciones del éter y con la estructura atómica de la materia. Esta síntesis incluye los datos científicos más recientes.

El segundo grado está dedicado a las leyes de la consciencia. Sus fases objetiva , subjetiva y subconsciente son objeto de un estudio profundo que permite tener una clara comprensión de lo que enseñan los psicólogos acerca de las facultades mentales. Además, las nociones se abordan bajo el ángulo de la filosofía Rosacruz y, por consiguiente, dan lugar a explicaciones que trascienden el ámbito de la psicología.

En el tercer grado se exponen detalladamente las leyes de la vida. En él se demuestra que estas leyes, tal y como se manifiestan en el plano terrenal, tienen su origen en una sola y única energía cósmica: la Fuerza Vital. Se explica así mismo que los reinos mineral, vegetal, animal y humano forman una cadena natural utilizada por la Inteligencia Divina para alcanzar el objetivo que se ha fijado, es decir, la evolución de la Consciencia. Una vez definidos los criterios comunes a todas las criaturas vivientes, se aborda el estudio de la vida humana.

El cuarto grado está basado enteramente en un manuscrito muy antiguo de la A.M.O.R.C. Aunque cita constantemente los preceptos expuestos en este manuscrito, constituye una síntesis de los tres grados anteriores y trata de temas filosóficos particularmente inspiradores. De manera general , se podría decir que en este grado se exponen una a una las principales leyes de la Ontología rosacruz y, con ellas, los principios místicos que asocian en un todo coherente la materia, la consciencia y la vida.

El quinto grado consiste en una exposición única de la vida y de la obra de los más grandes filósofos de la antigua Grecia. Su objetivo es familiarizar al estudiante rosacruz con las enseñanzas de los sabios de la Antigüedad griega y, de manera general, con las leyes y los principios que siempre han interesado a los adeptos al misticismo y que incluyen lo mejor del pensamiento filosófico, científico y religioso. Todas las monografías de este grado han sido extraídas de los archivos de nuestra Orden y se refieren a hechos desconocidos por los historiadores.

El sexto grado está dedicado a la terapia rosacruz. Da una explicación sencilla , pero completa, de las principales funciones que rigen el cuerpo humano, incluyéndose en este estudio un gran número de reglas que hay que respetar para mantener en armonía el funcionamiento orgánico del hombre. Pero la gran originalidad de este grado, es el estudio de los principios místicos utilizados por los rosacruces desde hace muchos siglos para aliviar y curar las distintas enfermedades. Estos principios, heredados de las enseñanzas esenias, están basados en el magnetismo y en una estimulación del sistema nervioso autónomo del hombre, que es quien dirige y controla la actividad de todos los órganos del cuerpo.

El séptimo grado se refiere a las funciones y atributos del cuerpo psíquico del hombre. Paralelamente, en él se expone la técnica a seguir para proyectar el cuerpo físico, lo que permite una liberación momentánea de los limites del tiempo y del espacio y permanecer en consciencia en lugares alejados. Esta técnica corresponde a lo que en otras tradiciones se denomina "viaje astral". A continuación, viene un estudio que trata de los centros psíquicos (chacras), y también, un examen de los sonidos vocales tradicionales (mantras) y la influencia física, psíquica y espiritual que ejercen sobre el cuerpo humano.

El octavo grado se refiere esencialmente al estudio del alma humana y a los estrechos vínculos que la unen con el Alma Universal. Todo lo que el hombre encarnado debe conocer referente a la naturaleza espiritual y a la razón de ser de su existencia terrenal, está explicado en las monografías de este grado. Así, se examinan detalladamente temas tales como el misterio del nacimiento, el libre albedrío, el Karma, las etapas de la muerte, la reencarnación, la metempsicosis, la asistencia espiritual a los moribundos, la vida después de la vida, la comunión cósmica con el más allá, la oración, la meditación y otros temas particularmente místicos.

Con el noveno grado terminan las enseñanzas básicas de la Tradición Rosacruz. En él se hace un estudio del simbolismo y un examen de las practicas que siempre han ejercido un gran atractivo entre los adeptos al misticismo: la visualización, la telepatía, la telekinesia, la radiestesia, la vibroturgia, la armonización akhásica, el contacto con los Maestros Invisibles, etc. Este grado es el de la Alquimia espiritual, puesto que en él se inicia al estudiante rosacruz a las facultades que trascienden sus posibilidades puramente mentales.

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